(Señale el dibujo para comparar con el corazón normal) |
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I Parte
El sistema circulatorio del niño que no ha nacido, o feto, funciona algo diferente que el del niño después del nacimiento. La diferencia más importante radica en el hecho de que el feto recibe el oxígeno de su madre a través de la placenta, mientras que el niño después de nacido, recibe el oxígeno de sus pulmones.
La sangre oxigenada viaja de la placenta al feto a través de la vena umbilical. La estructura del corazón del feto difiere del corazón normal post-natal en que hay una abertura en el tabique interauricular llamado el foramen oval (FO en el diagrama). Esto permite que la mayoría de la sangre que llega a la auricular derecha fluya hacia la auricular izquierda, en vez de pasar al ventrículo derecho. De la auricular izquierda, la sangre oxigenada es bombeada al ventrículo izquierdo y luego a la aorta, que la transporta a los tejidos del cuerpo. La sangre regresa a la placenta a través de las arterias umbilicales.
La segunda característica de la circulación del corazón fetal que difiere del corazón post-natal es la presencia del conducto arterioso (DA en el diagrama). Este vaso conecta la arteria pulmonar con la aorta y permite el paso de sangre de la arteria pulmonar hacia la aorta, que a su vez, la lleva a la placenta para su oxigenación. El conducto arterioso normalmente se cierra pronto después del nacimiento y la sangre en la arteria pulmonar va a los pulmones para oxigenarse.
En el feto, los pulmones no son funcionales y están llenos de líquido. La presencia de líquido hace que los pulmones sean resistentes al flujo de sangre que les llega, y sólo reciben suficiente sangre para sus necesidades de crecimiento y desarrollo. |